La ampliación de los recursos humanos es esencial para una economía en crecimiento.
La disponibilidad de trabajadores (y sobre todo de trabajadores cualificados) aumenta la productividad y reduce los costes. A su vez, la bajada del coste de los productos aumenta las ventas y los beneficios. No obstante, los importantes cambios demográficos y culturales actuales están reduciendo la disponibilidad de trabajadores en el sector industrial y de la fabricación en todo el mundo. Para afrontar estos cambios, se necesita un enfoque en varios frentes que modifique considerablemente el diseño de la maquinaria al objeto de aumentar la productividad y la seguridad de los trabajadores.
- En Estados Unidos, un tercio de los trabajadores superan la cincuentena y el trabajador cualificado medio tiene 56 años. Estados Unidos deberá hacer frente a un déficit de aproximadamente 875 000 trabajadores cualificados en 2020.
- En China, se prevé que 210 millones de personas serán mayores de 65 años en 2030 y representarán una cuarta parte de la población del país en 2050. En previsión de la inminente escasez de trabajadores, China abolió la política del hijo único en 2015.
- En Europa, la Estrategia Europa 2020 tiene como objetivo incrementar la tasa de empleo al 75 % entre la población de entre 20 y 64 años. Pero para que esto ocurra, los ciudadanos europeos tendrán que trabajar durante más tiempo y se necesitarán reformas del sistema de pensiones que faciliten la ampliación del tiempo en activo de los trabajadores de mayor edad.
- En Latinoamérica, la tasa de natalidad ha caído en picado hasta aproximadamente un tercio de los niveles de 1960, reduciendo así la disponibilidad de mano de obra en estos países.
Estas tendencias proseguirán durante las próximas décadas, con importantes repercusiones para la productividad y la seguridad de los trabajadores en las empresas. De manera simultánea, se prevé que el índice de crecimiento del PIB global se reducirá del 3,6 % a tan solo el 2,1 % durante los próximos 50 años. Se necesitará un aumento de la productividad un 80 % más rápido para compensar la bajada prevista.
Dado que la disponibilidad de trabajadores cualificados se está reduciendo a escala global, métodos como la deslocalización y la reubicación de los trabajadores están perdiendo eficacia. En su lugar, las empresas deberán adoptar un enfoque en varios frentes.
La adaptación a los cambios en la mano de obra
Las plantillas del futuro serán cada vez más diversas. Por ejemplo, puede darse el caso de que un trabajador en un turno sea un hombre de 32 años, diestro y con una altura de 1,75 m y de que el segundo operario sea una mujer de 55 años, zurda y con una altura de 1,55 m. Puede que otro sea una persona con un problema de espalda previo.
Los fabricantes y operadores industriales deben satisfacer este conjunto de necesidades más amplio resultado de estos cambios en la plantilla.
Los trabajadores más jóvenes y menos experimentados se lesionan con mayor frecuencia y tienden a sufrir lesiones más graves. Esto puede explicarse por su inexperiencia y características cognitivas y de desarrollo. Por otro lado, los trabajadores de mayor edad presentan un riesgo más elevado de lesiones musculoesqueléticas y derivadas de esfuerzos repetitivos. Las lesiones de los trabajadores de mayor edad con frecuencia también requieren periodos de recuperación más prolongados y pueden poner fin a su vida profesional y, en consecuencia, a su contribución a la empresa.
Otro problema preocupante es el mantenimiento de una cultura de la seguridad sólida frente a las presiones para aumentar la producción. Existe una importante tendencia de los trabajadores sometidos a esta presión a buscar atajos. No obstante, es probable que una lesión derivada de este hecho tenga un coste en lo que a pérdidas de producción e ingresos se refiere superior al leve aumento de la producción que se esperaba obtener con el atajo.
El papel del diseño de la maquinaria
Los fabricantes deben maximizar la productividad de cada uno de los trabajadores contratados al tiempo que propician un lugar de trabajo deseable, donde se tiene en cuenta la seguridad, con el fin de conservar a sus trabajadores y cumplir sus responsabilidades sociales. El diseño de la maquinaria afecta a estas cuestiones en buena medida.
Los diseños de máquinas que maximicen la seguridad, la productividad y la capacidad de adaptación a una plantilla diversa serán esenciales para la viabilidad a largo plazo de los fabricantes. Al mismo tiempo, ayudarán a proteger a los fabricantes de máquinas frente a los riesgos de responsabilidad y los litigios.
Los fabricantes deben adoptar una filosofía de seguridad de la maquinaria que aborde lo que denominamos las 3 C: cultura (comportamientos), cumplimiento (procedimientos) y capital (elementos técnicos).
Si desea más información y pautas detalladas para afrontar los cambios en su plantilla, descárguese el informe oficial: “Disponibilidad de recursos humanos: proteja su inversión en productividad y seguridad frente a los cambios en la mano de obra global”.
Publicado 24 de agosto de 2016